LA COMUNICACIÓN NO
VERBAL.
La comunicación no verbal es el
proceso de comunicación en el que existe un envío y recepción de mensajes sin
palabras, es decir, mediante indicios, gestos y signos. En él no hay una
estructura sintáctica, por lo que no pueden analizarse secuencias de constituyentes
jerárquicos.
Estos mensajes pueden ser
comunicados a través de gestos, lenguaje corporal o postura, expresión facial y
el contacto visual, la comunicación de objetos tales como ropa, peinados o
incluso la arquitectura o símbolos y la infografía, así como por medio de la
conducta pues hay un monitoreo continuo de lo que hacemos y lo que el otro
percibe.1
La comunicación no verbal (CNV)
surge con los inicios de la especie humana antes de la evolución del lenguaje
propiamente dicho. Los animales también muestran ciertos tipos de comunicación
no verbal. Es importante no confundir la comunicación no verbal con la
comunicación no oral, ya que existen formas de comunicación verbal (es decir,
con estructura lingüística o sintáctica) que no son orales, como por ejemplo la
comunicación escrita y las lenguas de señas. Asimismo, existe comunicación no
verbal que puede ser producida oralmente, como los gruñidos o sonidos de
desaprobación. En los seres humanos, , la CNV es frecuentemente
paralingüística, es decir, acompaña a la información verbal matizándola,
ampliándola o mandando señales contradictorias. Es por ello que la CNV es
importante en la medida que:
Cuando hablamos (o escuchamos),
nuestra atención se centra en las palabras más que en el lenguaje corporal.
Aunque nuestro juicio incluye ambas cosas. Una audiencia está procesando
simultáneamente el aspecto verbal y el no verbal. Los movimientos del cuerpo no
son generalmente positivos o negativos en sí mismos, más bien, la situación y
el mensaje determinarán su evaluación.
Pero en el lenguaje no verbal
juegan un papel muy importante los gestos, movimientos, posturas la cara, los
ojos, y la ropa.